domingo, 27 de diciembre de 2009

La Navidad por el Maestro

¿Saben ustedes lo que más le gusta al sevillano de la Nochebuena? Pues, primero, que dura poco y pasa pronto. Y después, que es señal inequívoca de que ya mismo va a empezar en San Lorenzo el quinario a ese Divino Pastorcito que dicen en Almonte que mandaron a estudiar a Sevilla, con tanto provecho que se hizo aquí Gran Poder. O sea, que ya falta menos para el Domingo de Ramos. Que es cuando de verdad nace Dios en Sevilla, vamos a dejarnos de zambombas.

martes, 17 de noviembre de 2009

Hace algo más de un año...


Como hace poco más de un año, vuelvo a dedicarle un pequeño espacio al que pasando como lo que es, el Señor, por la calle de los señores, supo dar respuestas a tantas preguntas. Como aquel 14 frío de Noviembre en el que te paraste delante, y sofocaste el llanto, vuelvo a coger las palabras "emprestadas" para decirle al Señor de Sevilla lo que no hace falta que nadie le diga:

Ten mi llanto sujeto y altanero
y el despertar sereno de mi aurora
mi mano temblorosa y ten ahora
Este amor desmedido y pregonero
Y de mi boca el rezo del sosiego
de mi ayer, porvenir de mis regresos
de mis labios, perfil de algunos besos
Y ten mi devoción por si la quieres luego
Cruzo y recruzo, amor, para ir contigo
Con este soplo de Fe y de amanecer
Ve la sangre de mis labios cuando digo
¡Salva siempre a Sevilla, Señor del Gran Poder!

martes, 6 de octubre de 2009

Romance de los armaos de la Macarena




Permitidme que hoy os cante

lo que miran, lo que sienten,

al paso de los armaos,

esas benditas mujeres.

Aunque habría que incluir

a algún que otro mozalbete

que mira robado el paso

de esta centuria tan fuerte.

Os diré por si las moscas

que pierdo continuamente

las llaves con su llavero

y las fundas de las lentes,

y en la cocina extravío

las cazuelas y sartenes,

pero jamás he perdido

ni una gotita de aceite.

Y cuando cruzo una calle,

mi cuerpo se hace presente

en una acera que es la otra,

más no es la acera de enfrente.

El armao levanta el paso,

piropos que van y vienen

y que van del Capitán

al que sale de Teniente,

hasta alcanzar la gandinga

que algunos llaman piquete.

Y entre col y col, lechuga,

o un poquito de apio verde,

que hay muchachos muy sensibles

que ningún caso se pierden

ese desfile marcial

que deja el color de la nieve

en las calles y en las plazas

de la Roma de Occidente.

Señoras con su marido,

y el marido algunas veces,

se recrean en la enagua

y en las piernas que se mecen

mientras van marcando el paso

por la Feria o por las Sierpes.

Plumas de gallos en celo,

los metales relucientes,

obra y gracia del Netol

con su boca sonriente.

Cornetas que desafían

y tambores con el temple

de quien manda en este mundo

del Poniente hasta el Oriente.

Así clama el pueblo llano

con voz ronca y caliente,

se oye la voz del senado

con dicción fina y prudente.

Señoras de edad tardía

y muchachas florecientes,

todas dicen por lo bajo

al paso de estos valientes

una frase que es leyenda

una frase que debiere

estar grabada en el mármol

con enormes caracteres.

Hay quien dice que es apuesto

el Capitán que va al frente

y otras mozas se decantan

por el perfil del Teniente

del que alaban su elegancia

por algo su nombre tiene

algo del conquistador

que con la Virgen de los Reyes

a los moros les quitó

su Isbiliya para siempre.

Un teniente fernandino

que anda siempre de frente

y que le pide a los canteros

que esculpan con sus cinceles

los dos versos que rematan

este romance en relieve:

¡Qué pedazo de Centuria

y qué pedazo de Teniente!



viernes, 25 de septiembre de 2009

Vuelvo al blog

Después de una jarta de meses sin escribir vuelvo al blog, tendría tantas cosas que contar... que mejor lo dejo para otra entrada jeje.

Lo dicho, en breve mucho más.

martes, 7 de abril de 2009

Martes de luz


Un Lunes que termina y un Martes que empieza. Dos caras de una misma moneda reunidas de un solo vistazo en la Iglesia de la Pastora hace poco más de una hora cuando se cerraron las puertas. Mis hermanos del Ecce-Homo con la cara de satisfacción por el trabajo bien realizado y los otros, los del Huerto, con esa expectación interminable como la de aquel niño en la víspera de un día importante.

Han sido algunas horas cirio en mano en las que son muchas las cosas que se vienen a la mente y pocas las que podría llegar a explicar con mis pobres palabras esparcidas sobre este teclado. Otro Lunes más, otro año más, porque mi vida se cuenta por Lunes Santos. Esta noche se ha cumplido otro más, otro sueño más de los que espero me queden por vivir.

Pero lo que está por vivir, lo inminente es este Martes de luz que ha comenzado, menuda contradicción, con el palio de la Virgen de la Salud recibiendo el aroma de los últimos cirios de su candelería apagándose. También en la penumbra encontramos la luz.

El Martes es barrio, el barrio es la Pastora, y el barrio de la Pastora es y será siempre luz. La luz que se refleja en esta mañana en las fachadas, la luz que se dibuja en cada una de sus azoteas ciñéndose a las ropas tendidas por sus vecinos. La luz que cacheará las primeras túnicas de los penitentes verdiblancos al llegar la tarde y se encaminen a las puertas de la Gloria.

La luz, esa luz que cuando el reloj marque las seis y cuarto de la tarde acompañará a una Cruz que quiere hacerse Spinolista en este año de víspera de aniversario. La luz y la plata, esa misma luz y plata que irán marcando el camino durante toda la noche. Esa misma luz, es la luz que se desprende en cada movimiento del palio y es la luz que las bambalinas despiden con su movimiento cantando a la inversa los movimientos de la plata del respiradero.

Ya es Martes Santo y en la oscuridad aún de la noche ya se dibuja la luz que esta tarde llevará un farol al que tanto admiro, o será, seguro estoy de ello, la luz de aquel enciendevelas de la última sección del palio que para esta tarde de Martes ha sacado su papeleta de sitio en el cielo y allí al caer la noche no serán cirios los que encienda sino estrellas al paso de la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada por la calle Ancha para culminar tan bella estampa.

Ya es tarde y el cuerpo pide una tregua. Algún día, si me atrevo, intentaré redactar según marca el RAH (Diccionario de la Real Academia de la lengua Hortelana) aquel "Farol de cruz de guía" intentando torpemente, seguro, enmendarle la plana al Maestro.

viernes, 3 de abril de 2009

Lunes de gloria


Son las tres de la mañana. El primero de los días se ha esfumado, y ya esto empieza a terminarse como dijo el pregonero. Ya el traje toma esencias del incienso de la tarde, y junto a este, reposa una túnica blanca de botonadura roja que es la misma con la que quiero hacer mi postrera estación de penitencia, aquella para la que nunca sacaremos papeleta de sitio puesto que como recompensa a toda una vida nos la da el mismísimo Diputado Mayor de Gobierno de la vida.

La jornada ha sido próspera y fulminante. Un Domingo de Ramos, sea donde sea, debe ser así, al menos yo así lo imagino. No podría figurarme que esta jornada pasara por mi vida de puntillas, es una tarde-noche que marca porque así nos marca la Semana Santa (¡Y un mojón como los que deja la caballería que abre paso al cortejo de la hermandad de la Paz en Sevilla para los que ahora quieran cambiarle el nombre!) desde que tenemos uso de razón.

Una vez terminado de ver el último de los pasos, a mí, me gusta retomar mis pasos hacia la Pastora. Sabría llegar con los ojos cerrados y hasta por el camino más corto ya que en las tardes de postulación, limpieza o montaje contaba junto a mi amigo Jero los pasos que nos distaban de tan ansiado objetivo.

Allí como ya conté en el pregón de la Juventud hace dos años, se ultiman los preparativos de la salida procesional. Olor a flores y cera que a mí me huelen a la gloria misma. ¿Qué como huele la gloria? Pues pásense alguna noche de víspera de salida de cofradía por la Iglesia de la Pastora y lo encontrarán. No solo el olor sino el culmen a todos sus sentidos.

Última oración en silencio con la mirada clavada en las manos de quien aún atadas sigue teniendo fuerza para cada año y por siempre salvarnos del pecado. O de quien llorando sus penas sin lágrimas –dulzura y encanto- en el más absoluto de los silencios recibe una flor como muestra de la pasión de Su Hijo. Ya es tarde, todo está por terminar aquí.

Vuelta a casa por una ciudad que queda abandonada. Calles que hace unas horas agolpaban al mayor número de isleños y no isleños que se acercaron a ver las tres primeras cofradías, calles que ahora solo reciben las pisadas del servicio que limpia nuestras calles para dejarnos otra jornada de esplendor.

Antes de quitar mis ojos de este aparato, cuento todos y cada uno de los elementos de mi hábito procesional, intento marcarme un planning de las cosas que quiero hacer por la mañana, algo que todos los años memorizo y que ninguno cumplo pues esta jornada es especial y cada año me espera con renovadas ilusiones y sorpresas. Sé que no voy a poder dormir, se que los nervios se me agolparán a cada momento cuando decida irme de aquí, pues yo como la misma noche de Reyes sigo poniéndome nervioso y no puedo dormir.

Aún así, aquí me despido, poco mas tengo hoy que escribir puesto que poco más necesito en mi vida, pues ya es Lunes Santo y yo… ¡Estoy en la gloria!

Domingo de vida


Aunque pueda parecer un clasicismo, el primero de los artículos de esta Semana Santa tenía -porque esta es el puro clasicismo y encuentra en el barroco su máxima explosión de sentimientos- que escribir sobre la primera de las salidas que entre tantas otras nos llevará hasta el final de lo que hemos estado esperando más de un año.

Yo desde hace años acostumbro a comenzar mi Semana Santa en el mismo lugar que comencé mi transitar en la vida de estudiante, y no es otro que el colegio de La Salle, patio grande, clases cerradas y una mezcla entre el olor del primer incienso y las últimas tizas que se postran sobre el pequeño cajillo bajo la pizarra y que apuntaron un lema que por esperado, siempre nos conmovía: “Semana Santa”. Y es que el Viernes de Dolores algún maestro, de aquellos que aprendieron su labor docente al amparo del legado que nos dejó en la historia San Juan Bautista de La Salle, supo dar como culmen las dos palabras más hermosas de esta primavera que aún estrena vestido de los primeros amaneceres soleados.

Y como clasicista es este artículo no podría faltar la clásica pero a la vez conmovedora pregunta que siempre nos hacemos ¿Dónde veremos al primero de los penitentes de azul capirote o aquel primer hebreo de la mano de su madre que lucha por sostener una rama de olivos en sus pequeños brazos? Yo, a los primeros de estos los suelo ver en la calle Cecilio Pujazón, o en la confluencia con Real cuando ya me acerco a la puerta grande de la capilla. Pero se agolpan en cientos de ellos cuando llego a aquel callejón –de Marqués de Ureña para el que no lo sepa- donde sus vecinos fueron los abonados de lujo que vieron por primera vez la salida de la Virgen de la Estrella.

Antes de entrar por la puerta que da acceso al colegio desde este callejón frente por frente al mismo, puedo ver un pequeño local que hace ya muchos años era surtidor de bocadillos de tortilla de patatas (para los más osados con alioli) cuando el reloj aún no marcaba las ocho y media de la mañana y éramos unos pequeños colegiales que soñaban aún con pasos, cirios y tambores.

Algunos con los que compartí tantos momentos bajo aquellos muros se encuentran en la primera de las estancias con la que me doy de bruces, el patio. Allí, formando una piña, posan para una fotografía que guarde, por los siglos de los siglos, que fueron parte de la cuadrilla de hermanos de esta lasaliana hermandad. Especial dedicación en estas líneas a un compañero que siempre me alegro de forma especial de encontrármelo en estos intensos momentos, a Carlitos Bellido, como cada año, le deseo todo lo mejor bajo ese azul palio que es el cielo mismo que cubría cada mañana de recreo y tardes de balón y carreras en la plaza de San José.

Subiendo las escaleras me vuelvo a dar cuenta que el colegio, con todos sus cambios, sigue teniendo la misma esencia que el último día que lo pisé o el primero de ellos que desde el colegio “de abajo” de la calle San Cristóbal ascendí a este de la mano de otro maestro de los que marcan época en la vida de cualquier alumno, Antonio de la Cruz. Llegando a la capilla me encuentro a otros compañeros, estos implicados con la hermandad han llegado a formar parte de su Junta de Gobierno, son los momentos que te hacen pensar lo mucho pasado y lo que aún queda por llegar.

Pero, este artículo por clasicista y rancio, no quiere quedarse en la mera contemplación de todos los elementos que para el que escribe son como cada año un cúmulo inmenso de sentimientos y añoranzas. Al llegar a la capilla, contemplo la primera de las secciones, hebreos de madre y olivo, se intuyen las primeras palmas. Y es aquí donde quiere el artículo detenerse y hacer el ¡quieto! a la razón y la cordura. Cuando hoy, al contemplar esta estampa de vida, de ilusión, de tradiciones que se postergan por los años es cuando menos comprendo la ley que con calzador nos quieren colar sobre, como dijo el Maestro –en mayúsculas siempre-, esa forma tirana e injusta de muerte con trituradora a la que ahora llaman aborto.

El corto paño azul y blanco cubre sus pequeñas cabezas y los escuetos hábitos se entallan al infantil cuerpo que en muchos casos aún no ha comenzado a articular palabras, pequeños balbuceos de un jovencísimo cofrade que sostenido por su padre recibe la primera de las lecciones que nunca se olvidan.

- Esta es la Virgen de la Estrella. Hijo ¿Cómo se le dice a la Virgen?

Y un “guapa” rotundo se escapa de entre los tiernos labios del pequeño hebreo que conmueve a cualquiera de los que pueden escuchar y contemplar la escena. Es la vida en su comienzo, es la ilusión por un futuro, son nuestros sueños primeros y son, porque así lo quiso Dios, nuestro relevo en este finito mundo.

Quien no tenga clara su visión sobre el tema, cuando sus dudas espirituales o carnales le lleven a no saber elegir entre que postura optar, les invito a que un Domingo de Ramos se acerquen a ver el paso de esta hermandad y si les es posible, antes de su salida en el interior del colegio, donde la infancia vive no solo el Domingo de Ramos sino todos los días del año.

Aunque solo sea una reflexión de un pobre cofrade, hoy para mí no será el Domingo de la Borriquita en Siete Revueltas, ni el de Columna en su portentoso paso por la calle Ancha, ni de Humildad y Paciencia pasando por los rincones de su barrio atestados de público. Hoy para el que escribe, es el Domingo de la VIDA en mayúsculas. Hoy Domingo de Ramos, comienza la vida, y de paso, damos comienzo a la Semana Santa.

lunes, 23 de marzo de 2009

Soy rancio ¿Y qué?

Si Señores, soy rancio, y así me confieso en el mayor de los grados llegada la Cuaresma. Soy rancio y vivo de aquella Semana Santa que se llevó el reloj de la vida.

Yo soy rancio porque me emociona el sonido de unas sillas colocándose en la víspera del Domingo de Ramos en la Carrera Oficial.

Soy rancio porque hago la decimoquinta estación del Via-Crucis al pasar por "La Victoria" al olor de unos deliciosos roscos de Semana Santa.

Soy rancio, si señores, soy rancio porque se me saltan hasta las lágrimas al abrir la bolsa que de la calle Maldonado guarda una túnica de capa roja con olor a naftalina.

Soy rancio porque un Jueves Santo me enfundo en terno negro con tirantes de la misma tonalidad.

Soy rancio ¿Y qué? Porque pienso que cuando se recoge la Soledad con Mater Mea ya se ha acabado todo.

Soy rancio y mil veces seré rancio al oir los primeros compases de Amargura o un trio de capilla interpretando las Saetas del Silencio.

Soy rancio y el corazón se me pone como aquel sonido del tambor en Soleá dame la mano, acelerado, sin pausa, ante la contemplación de un montaje como el que este Domingo veremos para el Santísimo Cristo Yacente.

Soy rancio, por todo esto y muchísimas cosas más ¿Y qué?

viernes, 13 de marzo de 2009

Otro años más.



Mis dudas, mis quimeras, mis pecados,
Mi orgullo, mis tristezas, las traiciones,
el libro de mis desesperaciones.
Mis miedos, mis recelos desvariados,
Las llagas de la vida en mis costados.
los muertos que lloré,
las ocasiones en que el otro me expuso las razones.
La ausencia de los años malgastados
a tus plantas de víctima me entrego,
hecho duro cordel para tus manos.
Descarnado refugio de la vida,
Si conviertes la muerte con que llego,
en propios atributos soberanos,
merecerá la pena esta partida.

viernes, 6 de febrero de 2009

El olor del incienso de Marta

Pienso ahora en una casa y en el cuarto de una muchacha, ay, con una cama vacía. Sobre la que quizá hay un osito de peluche o una muñeca, de cuando era niña. Pienso ahora en ese cuarto de ese piso de la calle Argantonio donde sus padres esperan a Marta del Castillo. Sobre la mesa de estudio falta el ordenador. Como falta la sonrisa de Marta. Se han llevado el ordenador para analizar su ausencia. La memoria de una ilusión, los apuntes de clase, el trabajo con los datos sacados de Wikipedia, los mensajes de Tuenti, las amigas del Messenger.

Y todos esperando. Todos teniendo esperanza. Y su cara pregonando esa esperanza por las fotocopias en color de las esquinas. Yo he visto esa cara de Marta en la fotografía que estaba en la fotocopia que han fijado a la entrada del supermercado de mi barrio, donde se cogen los carritos de compra. En unas breves líneas, va toda una esperanza descrita. Y descritas están en la hoja de impresora fotocopiada las ropas que llevaba. Debo pensar que lleva todavía. Quiero pensar que lleva todavía.

Cada cual hace su conjetura. Las redes sociales de Internet se enmarañan de cariño, de ganas de ayudar. ¿Cómo se puede ayudar a unos padres que tienen en la casa una cama vacía en el cuarto de una niña? ¿Cómo consolar a unos padres para los que la muchacha sigue siendo una niña, si es una niña? ¿Cómo explicar lo que no se puede comprender?

A la esperanza la pintan de verde, pero nadie le había puesto hasta ahora un olor. Yo acabo de oler cómo trasmina la esperanza de que van a encontrar a Marta, que Marta va a aparecer, que pronto va a haber una muchacha en ese cuarto ahora vacío, de donde se llevaron el ordenador para rastrear sueños e ilusiones. Acabo de oler la esperanza porque aseguran que Marta, tan aficionada a las cosas de Semana Santa, tan del Gran Poder y del Cachorro, había comprado un incensario. Usted ha visto esos incensarios que anuncian tambores y gozos por las esquinas de Sevilla, ya, ahora, con estos fríos, neblinas y lluvias del invierno. Frente a la Catedral, por las Cuatro Esquinas de San José por las que pronto pasarán los palios y los misterios de la carrera oficial, hay un hombre que tiene puesta una mesa de campimplaya. Sobre la mesa, los pebeteros. Los incensarios de barro con forma de chimeneas de la fábrica de La Cartuja. Sí, como truncados capirotes de nazareno. Tienen algo de tramo de una cofradía los pebeteros del incienso alineados sobre la mesita del tío que los vende. Y que va quemando en ellos puñaditos de gloria pura de la primavera, el viejo, gozoso, ensoñador olor del incienso. Vas por la calle, te viene la vaharada de incienso, y presagias bambalinas que tintinean sobre varales de plata, Cristos que caminan racheando su paso sobre alpargatas costaleras.

Marta quería, quiere, soñar esta Sevilla ideal que trasmina con el incienso que vende el tío de la mesita de campimplaya, y se había comprado un pebetero. Quería, no sé, ponerlo en su cuarto, junto al ordenador, para que tuviera olor el emepetrés de la marcha de Semana Santa que quizá se ponía mientras estudiaba, o cuando chateaba con las amigas de los foros. Aseguran que Marta había ido a comprarse un incensario. Pero que le faltaba el incienso. O que el poco que le dieron con el rasposo barro cartujano de la chimeneíta lo había quemado ya, estrenando nostalgias, jóvenes nostalgias de una muchacha que apenas tiene recuerdos de viejas Semanas Santas.

Me aferro al incienso para ponerle olor a la esperanza. Sí, va a volver, porque Marta ha ido a comprar incienso. Marta ha ido a comprar armonías, sueños, recuerdos, emociones, para oler el vidriado de barro trianero de los expirantes ojos del Cachorro, para volver a tener aquella fragancia de la última Madrugada, cuando fue a ver a su amigo el Gran Poder.

Marta tiene que volver, porque simplemente ha ido a comprar incienso para su pebetero. Ese cuarto de la calle Argantonio tiene que tener pronto el calor de la vida de Marta, tienen que traer de vuelta su ordenador, porque esto sólo ha sido un mal sueño. Porque, Marta, muchos, todos, medio millón de amigos en la red, le tenemos puesto el olor del incienso a la esperanza.

Ser joven y mujer no puede ser una profesión de alto riesgo.

martes, 13 de enero de 2009

Porque Tú eres única...

Porqué Tú eres única Macarena, incopiable, irrepetible. Y tú Basílica debe ser ya centro de peregrinación devocional del mundo entero. Hace falta en el mundo tu Esperanza., venero de Paz, cauce de fidelidad, columna de fortaleza. Tú eres única, lo sabes, en la Tierra y en el cielo…



Tú Spes única proclaman,
rubios ángeles mancebos
que recorren las esquinas
de tu palio de portento.

Llena de Gracia, María
en Nazareth amor tierno,
Reina de Reyes sentada,
junto a Jesús rapazuelo.

Flor de la Iglesia naciente,
en el cenáculo abierto
y Dolorosa sublime
tras de Tu hijo sufriendo.

Pero en la tibia mañana
del Viernes Santo funesto
llega el albor del rocío,
contrasoñado secreto.
Ha de morir por tres días
y resucita de nuevo
y Tú te secas las lágrimas
y te sonríes un momento
y así tú lloras y ríes
y así te ven y te veo.

Única mano tendida,
única llave de afectos,
única puerta de alianza,
única calma del miedo,
única muestra de espera
única voz del sosiego
única luz de tinieblas
única Eva de nuevo,
única flor de pureza,
única perla de océano,
única joya celeste,
única brisa en el cierzo,
única fuente de nácar,
única Reina de reinos

Tú eres única repiten
de esquina a esquina es el juego
los ángeles que se mecen
con el compás costalero

Única Tú Macarena, en la Tierra y en el Cielo.

José Luis Garrido García-Bustamante
Pregón del IV centenario de la fundación de la hermandad de la Macerena

miércoles, 7 de enero de 2009

El beso de Judas

Según nos narra San Marcos en su capítulo 14 (v. 43-45):

"Todavía estaba hablando, cuando de pronto se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. El que le iba a entregar les había dado esta contraseña: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es, prendedle y llevadle con cautela.» Nada más llegar, se acerca a él y le dice: «Rabbí», y le dio un beso."

Por su parte San Lucas en su capítulo 22 y en el versículo 48 nos narra la respuesta del Maestro:

"Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!»"

Pues si, asi fue, que Judas cogió y le dió un beso a Jesús y con ello lo vendió ante los que alli se agolpaban con espadas y palos.

En cambio poca gente conoce que el propio Judas en su evangelio apócrifo da su versión de la historia según la cual fué Jesús quien pidió a Judas que lo traicionara, según nos narra este discípulo: "Tú los superarás a todos ellos. Porque tú sacrificarás el hombre que me cubre (...). La estrella que indica el camino es tu estrella (n. 56-57)."

Es decir, que menos mal que al final la verdad se supo, porque imagínense que lo que nos queda de todo esto es la versión fraudulenta de Judas que quiso ponerse de bueno y aqui no ha pasado ná de ná.

Lo que son las cosas y lo que cambia la historia si la cuenta unos u otros... pero claro cada cual debe defender su postura, cosa lógica, aunque para ello tenga que putear al máximo al que se encuentra en el lado contrario ¿O no es tan lógica esta postura? Yo sinceramente no la veo tan lógica y además es de muy cobarde.

En muchas ocasiones nos cuentan medias verdades, verdades a media, o a veces, no nos enteramos ni de la misa la mitad... y nosotros encima creyendo que lo sabemos todo. Pero bueno, como al discípulo traidor que cada Lunes Santo se pega el mejor de los paseos escuchando a la agrupación musical de su hermandad, Redención, el tiempo pone las cosas en su sitio, marca las pautas a seguir y deja las verdades tal y como fueron. De esto último es algo de lo que estoy seguro y convencido, casi tanto como que hoy vienen por la noche tres magos de Oriente y nos dejan cuatro cosas para que nos acordemos de los que menos tienen.

Pero bueno, hablabamos de lo del beso de Judas y tiene que ser verdad que lo que hizo el hombre este hace más de 2.000 años marcó demasiado a la gente, porque hoy sigue habiendo Judas (hasta en escenarios de moros o cristianos, ¡que mas da!) en nuestra sociedad, aunque como predicó este mismo hombre, solo el perdón -y yo le añadiría que la educación- puede con esta lacra tan grande.

Termino la entrada de hoy con la letra de una sevillana dedicada a este momento de la Pasión y que me gusta una jartá:



Un beso fue la señal
pa que a Jesús lo prendieran
Judas por treinta monedas
al Soberano vendió
treinta monedas de plata,
el precio de una traición.
Y al mismo que lo vendía,
llamó amigo el Redentor.
Que aunque alguien nos traicione
el Rocío de la gracia
nos alienta a perdonarlos,
como perdona mi Cristo
la tarde del Lunes Santo.

lunes, 5 de enero de 2009

El paje maldito

Siendo pequeño (porque algún día lo fui aunque Alba no lo crea) mis padres llegado el día 6 de Enero solían contarme la historia de un personaje por pocos conocido. A este, que se hacía llamar "El paje maldito" era un emisario de los Magos de Oriente pero sin el marketing necesario para ser conocido por las grandes masas.

La labor de este personaje no era otra que velar desde donde se encontraba (¡que para eso era mago también!) la actitud de los niños que el día 6 de Enero habían recibido los presentes de tan reales personajes, para saber si seguían comportándose tal como habían puesto en sus cartas. En caso de un cambio de actitud de los mismos comenzaba la labor del paje maldito que con su frase "Lo mismo que te lo doy, te lo quito" venía un día que tu no te dabas cuenta y desaparecían tus presentes...

Pues aunque les parezca una pamplina muy grande, yo se que este señor existe, si si, que existe, y que además no solo te quita los regalos cuando te portas mal, también si algún regalo viene defectuoso, aunque haya pasado mucho tiempo, el viene y se lo lleva, todo un caballero.

Hoy a ti, aunque no sepa tu nombre, en agradecimiento te escribo:

Ha pasado ya algunos años,
y vuelves como toda la vida,
a llevarte los regalos,
y traerme ... alegrías.

Te llevaste lo que ya no sirve,
y en otra acera has dejado,
el regalo mas ansiado
pero con menos raíces.

Ya viste que no servía,
pero aún así lo cuidé,
viste hasta el último día,
mis ganas y mis porqués.

Ahora tras tu llegada,
solo agradecerte quiero,
por eludirme de tanto mal
y contemplar... ¡un año nuevo!

Esta pequeña entrada quiero dedicarsela a los más pequeños que seguirán vibrando el día 6 por la mañana con la llegada de los Reyes Magos de Oriente y en especial a una personita de la que me acuerdo todos los días. A Sus Majestades, solo pedirles que no traigan mas cosas defectuosas, que luego solo descambia El Corte Inglés...

sábado, 3 de enero de 2009

Ante los problemas

...pero sé, siempre lo he sabido,
que si en esa verdad todo se desmoronara,
nunca me fallaría el Gran Poder de Dios,
para resolver los problemas insolubles.

jueves, 1 de enero de 2009

Algo que celebrar...

Hoy es 1 de Enero (aunque el chino que pone las fechas y horas de las entradas del blog ponga lo que le da la gana) y la mayoría de este país duerme la mona tras una noche de festejo, borrachera e innumerables abrazos y felicitaciones.

Es 1 de Enero y la casi totalidad de los negocios cierran por ser festivo ¿Festivo? ¿Y cual es el motivo? ¿Qué pasa hoy? Porque la verdad que lo de hace una semana si lo entiendo, bueno lo entiendo yo y cuatro tontos más que aún recuerdan que la noche del 24 al 25 de Diciembre nació el Hijo de Dios y que por eso, el 25 no se trabaja, ni en el Corte Inglés... que ya es decir.

Pero ¿Y lo de hoy? ¿Es a caso Santa Festividad de la resaca nacional? ¿O es que vivimos la víspera de alguna otra laicidad que con calzador nos ha metido ZP y su talante? ¿Acaso nos dejan este día para así poder coger fuerzas para coger con mas ganas nuestro afan consumista de los pocos días que quedan para los Reyes? Por cierto... ¿Qué nombre le pondrán ahora a los tres que vienen el día 6? ¿Alianza de civilizaciones para la alegría de los más pequeños? Tiempo al tiempo...

Bueno a lo que íbamos... ¿Qué es festivo hoy? ¿Y eso? Pues es muy sencillo, hoy, 1 de Enero, la Iglesia quiere entrar (no se puede hacer con mejor pié ni con todas las supersticiones absurdas que escuché ayer) en el nuevo año recordando a la Mediadora entre lo humano y lo divino, María, Madre de Dios y a quien parió para que nos salvara del pecado. Y por si eso no les llena... encima hoy en Tierra Santa (que es Sevilla) comienza el Quinario a la representación de ese mismo Enmanuel en la Tierra, el Señor del Gran Poder.

¿Como no va a ser festivo?